La duración de la inmunidad tras la vacunación contra la hepatitis B ha sido objeto de seguimiento desde la aparición de la vacuna, ya hace unos cuantos años. La frecuente atenuación aparente de la respuesta inmunológica que sigue a la administración de la vacuna con el paso de los años no supondría indefensión, ya que la memoria inmunológica inducida por la vacuna es capaz de provocar una rápida y potente respuesta de anticuerpos protectores en el caso de contacto con el virus de la hepatitis B.
La revista The Journal of Intectious Diseases, en una publicación reciente, demuestra que la inmunidad frente a la hepatitis B persiste durante al menos 30 años en la gran mayoría de los vacunados (≥94 %), aunque en el 49 % de estos no se alcancen los llamados “niveles protectores” (al menos 10 mUI/ml de anti-HBsAg), pues responden mayoritariamente (89 %) y con intensidad ante la administración de una dosis de provocación, pasadas tres décadas de la primovacunación.
Es de destacar también que, si bien las tasas de niveles de anticuerpos >10 mUI/ml a los 30 años de seguimiento, se observaron con mayor frecuencia en los vacunados entre los 5 y 19 años de edad, la tasa de respuesta a la dosis de refuerzo en los que se encontraron niveles inferiores a 10 mUI/ml no fue distinta según la edad de la primovacunación.
Entre las limitaciones de este estudio, los propios autores destacan que la vacuna usada inicialmente era distinta a la vacuna recombinante actual, pero que los datos disponibles hacen asumir que la respuesta es igual en ambas. También, que el trabajo solo incluye individuos que fueron vacunados después de los 6 meses de edad.
Asimismo, la revista incluye un comentario editorial en el que se resalta la importancia de estos resultados, en el contexto general de los conocimientos acumulados en la prevención de la infección por el virus de la hepatitis B, que describe sucintamente. Este estudio representa la mayor cohorte con el seguimiento a largo plazo más prolongado, conocido hasta el momento.
Este hallazgo reafirma que las dosis de refuerzo de vacuna de la hepatitis B en la población general son innecesarias y que es inútil e incluso engañoso el control serológico posvacunal, en particular si es tardío, en individuos inmunocompetentes. Al mismo tiempo, habla de la gran eficacia de la actual vacuna frente a esta grave enfermedad, causante de hepatopatía crónica y cáncer hepático.
Contenido actualizado el January 5, 2021, 5:02 pm