El auge de las redes sociales ha generado un movimiento de resistencia a las vacunas, producto de la mala información (malintencionada o no), desinformación o distorsionada, muchas de las veces sin ningún basamento científico y que está generando problemas en los objetivos primordiales de la prevención por vacunas con el resultado incierto de brotes y muertes por enfermedades inmuno-prvenibles,
Transcribimos aquí un artículo de El Nacional de Cataluña sobre este tema.
"El dato sorprende tanto por la cifra como por las implicaciones que puede tener en uno de los países que lidera los avances médicos. Pero así lo confirma un nuevo estudio que concluye que un tercio de los padres en los Estados Unidos está retrasando las vacunas para sus hijos, por las dudas que tienen tras leer libros e informaciones que encuentran a través de Internet.
Los médicos subrayan que al final todos estos datos no son ni más ni menos que la consecuencia de que, durante la última década y en todo el mundo, del 90 al 95 por ciento del contenido de las redes sociales sobre la vacunación es negativo. Un dato sin duda inquietante, porque ha supuesto una ruptura de confianza frente a unos fármacos que han salvado millones de vidas desde que su uso se extendió entre la población infantil.
En Estados Unidos, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan que los niños sean va cunados contra 14 enfermedades potencialmente graves en sus primeros 2 años de vida. El estudio llevado a cabo incluye también otras vacunas, concretamente contra el rotavirus y la hepatitis A, que no están incluidas en las recomendaciones. La investigación concluyó que a un tercio de los niños no se les había suministrado la dosis según el calendario establecido por las autoridades sanitarias.
Teniendo en cuenta que este calendario está basado en hechos científicos para prevenir de forma adecuada las enfermedades, el estudio pone de manifiesto que un alto porcentaje de los niños estadounidenses está actualmente desprotegidos, con las consecuencias que esto puede tener para la salud.
Los pediatras ya han dado la voz de alarma al comprobar que el problema es aún mayor de lo que ellos pensaban. Aunque el estudio no analiza en profundidad las diversas razones de los padres para retrasar la vacunación de sus hijos, sin duda la información que encontraron contraria a estos fármacos fue fundamental. El hecho de que, gracias a las vacunas, las enfermedades más graves hayan tendido a desaparecer en los últimos años, está además provocando un contrasentido, porque los padres han bajado la guardia y no perciben la situación de riesgo a la que están exponiendo a los niños.
Lo que más molesta a los científicos es que los datos son claros. Las vacunas salvan año tras año miles de vidas en todo el mundo y así ha sido desde que se comenzaron a usar. Por lo tanto, no hace falta acudir a diferentes fuentes. Los datos son tozudos e innegables. En Europa la situación no es tan dramática como en Estados Unidos, o al menos según los datos más recientes, pero que este comportamiento se esté extendiendo en la primera potencia mundial –con lo que esto significa para el resto de países– es sin duda un motivo de preocupación grave para las autoridades sanitarias de los países de la UE.
Contenido actualizado el November 4, 2022, 10:31 am